La concejala de Cultura, Charo Pérez Pardo, ha informado que el Ayuntamiento de Burgos ha enviado a la Junta la solicitud y documentación para la declaración de los Gigantillos, Gigantones y Danzantes de Burgos como BIC en la categoría de Inmaterial.

El departamento de Cultura municipal inició hace un año este expediente, con el fin de proteger tres de las figuras burgalesas de mayor tradición no solo por su singularidad y antigüedad -las primeras noticias de la presencia de gigantes en una procesión del Corpus en Burgos datan de 1564- sino por su importancia cultural en sí mismas.
Gigantillos, Gigantones y Danzantes forman parte de nuestra memoria colectiva, están interiorizados en los burgaleses y en la ciudad de Burgos, como parte de nuestra identidad. Se han convertido en un icono festivo que está presente en las celebraciones más solemnes y tradicionales de nuestra ciudad.
Son además un proyecto integrador que se ha transmitido de generación en generación y que contribuye a infundirnos un sentimiento de identidad y continuidad, creando un vínculo entre el pasado y el futuro a través del presente.
El objetivo del Ayuntamiento es, no solo poner en valor estos elementos identificativos de la ciudad, sino blindarlos con la mayor protección legal establecida ante veleidades futuras y los cambios que se pudieran proponer con el paso del tiempo, a través de la declaración como BIC inmaterial.
El expediente remitido a la Junta consta de 668 folios en los que se detalla con diversa documentación el origen de esta tradición y su enraizamiento en el folclore de la ciudad. De hecho, nos encontramos a Gigantillos, Gigantones y Danzantes en la iconografía de los carteles de las fiestas, en obras pictóricas, en estatuas y hasta en establecimientos de hostelería de la ciudad, ha señalado la concejala de Cultura y Turismo, Rosario Pérez Pardo. Ahora la Junta incoará el expediente que da inicio al trámite de declaración BIC y analizará todos los informes, datos y avales históricos en los que se sustenta la petición de Bien de Interés Cultural.
Tiene de plazo dos años para resolver si concede o no esta protección.