El pasado 6 de diciembre aparecieron pintadas con amenazas e insultos de neonazis contrarios al cambio de nombre del pueblo.
"Alcalde vendido al judío asesino", "juden raus - judíos fuera" fueron algunos de los mensajes antisemitas con los que los neonazis ensuciaron Castrillo Mota de Judíos.
El alcalde, Lorenzo Rodríguez Rodríguez, ha tramitado la denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Castrojeriz, ha recordado que seguirá en la tarea de recuperar el pasado judío "pese a que a los intolerantes no les guste".
Las pintadas han aparecido en tres focos concretos del pueblo, la sede del Ayuntamiento de Castrillo, la señalética la carretera y el futuro centro de la Memoria Sefardí, que se está construyendo en la localidad.
Este episodio, que ha calificado de "violento, intolerante y vil" no nos va a impedir seguir trabajando "por el pueblo, los vecinos y por la cultura pasada que un día forjó nuestro presente". Espera que se detenga a los infractores y que se les aplique la ley porque entiende que este ataque "es un atentado contra las cosas, pero también contra las ideas" y en un día como el de la Constitución, "es una afrenta directa a la democracia, a las ideas y a la libertad individual y colectiva de un pueblo".
Otros ataques
Este suceso no es algo nuevo, en 2014 el partido neonazi MSR coloco diferentes pancartas con el mismo motivo, contra el cambio de nombre y contra Israel.
En este caso desde el ayuntamiento de la localidad se puso en conocimiento de la Guardia Civil, pero no se tomaron acciones contra el partido nazi.
En 2016 cuando el cambio de nombre era una realidad 2 neonazis pintaron con sprays los carteles de acceso al pueblo. En este caso la Guardia Civil sí pudo identificarlos.
En agosto de 2018 aparecen de nuevo mensajes antisemitas en un cartel de la localidad. En diciembre de ese mismo año, aparecen esvásticas en la señal de carretera de acceso al pueblo.
La impunidad con la que cuentan estos grupos, hace que repitan e incrementen sus ataques de odio contra todo tipo de grupos y colectivos.
Otros ataques similares también han ocurrido en Aranda de Duero y Burgos en los últimos meses.
