Desde la llegada de la nueva normalidad las agresiones a la policía local de Burgos se han multiplicado.

Este fin de semana la policía local entre otras actuaciones, anunciaba la detención de un individuo con cargos de atentado contra la autoridad. Y es que este tipo de delitos se ha vuelto una norma los fines de semana tras el levantamiento del estado de alarma, el fin del toque de queda y la "nueva normalidad".
Estos comportamientos se dan sobre todo en las zonas de ocio de la ciudad, donde la presencia de la policía para hacer cumplir las normativas anti-covid en ocasiones se encuentra una respuesta violenta.
Si bien hay que decir que la mayoría acepta las instrucciones de la policía de forma pacífica, algunos individuos, en muchas ocasiones afectados por el consumo de alcohol, increpan a los agentes llegando incluso a la agresión. Son ya varias las detenciones que se han realizado fin de semana tras fin de semana. Otras conductas terminan en denuncias por falta de respeto a los agentes.
Las ganas de socializar de las personas no puede ser la escusa para perder el respeto a las fuerzas del orden.
Esta problemática no se está dando de manera exclusiva en Burgos, es algo que ocurre a nivel nacional, donde las fuerzas del orden han multiplicado sus intervenciones en las zonas de ocio.