Desde la Asociación de Vecinos de Villanueva de Odra nos envían este escrito con el que están recogiendo firmas para exigir que la Diputación que cumpla de una vez por todas con la ley y profesionalice las emergencias, con "bomberos de verdad" y no "voluntarios.

¿Cómo puede ser esto? ¿Acaso ser “bombero voluntario”, es una profesión? Que yo sepa para ser bombero, lo que hay que hacer es aprobar unas oposiciones (que por cierto son durísimas). Y para ser voluntario, no hay que cobrar por ello, (no lo digo yo, lo dice la Ley 8/2006 del Voluntariado). Y sí les están pagando ¿Cómo lo hacen?
Total, que ni bombero ni voluntario. Todo este entuerto, es por culpa de la Diputación de Burgos, que nos han metido hasta en el cerebelo, a lo largo de 38 años que viene implantando este “subsistema” al margen de la Ley, el término de “Bombero Voluntario” terminando asumir que la persona que te va a auxiliar durante una emergencia, se trata de un verdadero bombero cuando no lo es.
¿A que nadie en su sano juicio se dejaría operar por un “cirujano voluntario”?.¿Entonces porqué la Diputación pone nuestras vidas en sus manos?. Las emergencias son asunto serio, no son para aficionados.
Este “subsistema” ideado por la Diputación, con la complicidad de los Ayuntamientos, está planteado como un chiringuito económico, en el que los primeros ahorran mucho dinero, y los segundos lo ganan.
Me explico; la Diputación de Burgos se ahorra más del doble de lo que tendría que invertir si realmente cumpliese con la Ley 8/1985 y crease 4-5 parques profesionales que diesen cobertura a toda la provincia. (Muy Sres. míos, tampoco es que hablemos de una millonada, esto supondría el 3-4% de su presupuesto que es 148 millones de euros).
A cambio, (con la excusa de una mayor cercanía), nos ofrecen 19 no profesionalizados, que hacen que la activación de la cadena de emergencias sea larga, lenta, poco clara y por ende, altamente ineficiente, en manos de personas que cometen fallos enormes durante sus actuaciones, como no profesionales que son.
Por su parte, los ayuntamientos, para implantar este “subsistema” reciben de los anteriores, cantidades nada desdeñables, que van desde los 30.000 hasta los 60.000, y que son empleado básicamente en el mantenimiento del camión de extinción (puesto que éste, los demás materiales y los cursillos básicos “para aprender a ser bombero”, los paga la Diputación). De aquí, también saldrán los incentivos, tampoco nada desdeñables, para “animar a los voluntarios” a apuntarse al “subsistema” y a realizar sus salidas (también voluntarias) y por lo que recordamos no pueden cobrar según la Ley.
Si hay un buen año, y pocas actuaciones, (como suele ser), este dinero el Ayto. de turno se lo embolsará sin tener que dar más cuenta.
Lo dicho; todo un “chiringuito económico”, al que los ciudadanos somos ajenos.
Sí es cierto, como dijo el Sr. Vicepresidente de la Diputación, en una de sus comparecencias, que desde el 2015, llevan trabajando en un nuevo plan de emergencias, estaremos vigilantes por si a nuestros políticos se les ocurriese la idea de agarrarse a un “sistema mixto”, por aquello del ahorro y de seguir manteniendo “chiringuito ilegal”.