Los hechos tuvieron lugar después de que agresor y víctima, discutiesen a causa de unas molestias causadas por los perros propiedad del detenido.

Agentes de la Policía Nacional de Miranda de Ebro acudieron la semana pasada a la calle Ciudad de Toledo donde, al parecer, se estaba produciendo una agresión. En dicho lugar, los policías se encontraron con dos varones, uno de ellos sangrando abundantemente por un brazo y con un fuerte golpe en la mano, y otro empuñando un cuchillo de grandes dimensiones, mostrándose este último especialmente agresivo y amenazante.
Ante esta escena los agentes conminaron en varias ocasiones al varón que empuñaba el cuchillo a que depusiese su actitud, haciendo caso omiso durante los primeros requerimientos, hasta que lograron convencerle y tomar el control de la situación.
Según las manifestaciones de los testigos y de la propia víctima, la agresión venía derivada de una discusión que se había producido después de que los perros del detenido se hubiesen subido al vehículo del padre del agredido, y éste intercediese para que los hechos no llegasen a mayores.
Al parecer, en un primer momento, el dueño de los perros habría agredido a la víctima con un palo de grandes dimensiones, causándole una fuerte contusión en la cabeza, y la rotura de uno de los huesos de la mano.
Posteriormente, cuando el agredido pudo zafarse del detenido, éste había acudido a su domicilio, que estaba próximo, y habría cogido el cuchillo, con el que posteriormente amenazó de muerte al herido y a su padre.
La víctima fue trasladada por una ambulancia al Hospital Santiago Apóstol dónde fue atendida de sus lesiones, y el agresor detenido por un delito de lesiones y amenazas graves.