La compañía aérea noruega Norwegian homenajea de esta manera al burgalés.

La tradición de homenajear personajes históricos en los aviones de la compañía se remonta a 2002, cuando una entonces incipiente Norwegian irrumpió en el mercado doméstico noruego, poniendo fin de ese modo a un secular monopolio estatal.
Fue una manera de resaltar a personalidades que –tal y como Rodríguez de la Fuente en su tiempo– habían desafiado los límites y las normas establecidas, al tiempo que inspirado a otras personas.