En Burgos Podemos destaca que permitir el paso de estos transportes supone “generar diferencias en función de los recursos económicos”.

En Burgos Podemos ha registrado esta mañana sus propuestas en el periodo de consulta público de la modificación que se efectuará de la ordenanza municipal de movilidad sostenible para regular la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad. Un texto en el que se hace hincapié en la necesidad de mejorar el transporte público para limitar las afectaciones “sobre toda la ciudadanía de Burgos y su alfoz”, así como el hecho de que, “para no generar diferencias en función de los recursos de las personas”, es preciso que en la ZBE se limite también el uso de los vehículos híbridos y eléctricos privados.
Así lo ha expresado esta mañana en rueda de prensa Marga Arroyo, quien ha apuntado que reducir la limitación del tráfico a la categoría o tipo de los coches supondría “castigar a las personas de menos recursos y privilegiar a las que más tienen” y, por tanto, pueden permitirse la compra de un coche eléctrico, por ejemplo. “El objetivo es reducir la contaminación, no permitir a quien pueda permitírselo que contamine”, ha recordado Arroyo.
En la misma línea, la portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Burgos ha reseñado que la implementación de la ZBE supone “afectaciones” no solo a quienes residen en la zona que la delimita, sino a todos los habitantes de la ciudad que acuden a la misma “por trabajo, compras o cualquier circunstancia” e incluso a los no residentes, especialmente quienes viven en municipios del alfoz de Burgos y acuden a la ciudad a trabajar. “Es una medida que va afectar a la movilidad urbana y a la vida de las personas. Va a resultar un proceso no exento de polémica e incluso de conflicto, pero lo cierto es que el objetivo final será beneficioso para la ciudadanía”, ha dicho. Motivo por el que, ha añadido, es fundamental “para que el proceso esté bien articulado” la participación, “tener en cuenta las opiniones y propuestas de los agentes implicados”, ha aseverado. “No hay que limitarse al mandato legal de consultas e información pública, sino que deben generarse espacios e instrumentos que permitan el encuentro, la reflexión y el consenso” para que, de esta forma, se logren “los objetivos propuestos y que la necesidad y beneficios de estas zonas y la reducción de emisiones sea compartida por una amplia mayoría social”, ha dicho Arroyo.
Además, buena parte del éxito de las ZBE pasará por lograr la concienciación ciudadana y establecer “alternativas atractivas” de movilidad que permitan aparcar el vehículo privado como agente principal de movilidad. Por ello, “las restricciones deben ser complementadas con la ampliación de espacios destinados a los itinerarios peatonales y a la circulación ciclista o VPM”, además de ampliar el espacio público destinado a zonas verdes o simplemente de estancia, relación social o juego “para que las ventajas de la ZBE sean percibidas por la ciudadanía”. También, ha reiterado Arroyo, es “primordial” reforzar el transporte público teniendo en cuenta las necesidades de la población que reside en el alfoz, facilitando las conexiones y el intercambio modal. Y es que el transporte público es “un elemento imprescindible” en la implantación de las ZBE: “debe ser una alternativa competitiva”.
Las limitaciones afectarán también a las labores de carga y descarga, también del denominado ‘transporte de última milla’ para reparto de comercio electrónico, al que deben aplicarse restricciones “tanto horarias como de acceso” para evitar la sobresaturación de vehículos en horarios concretos que incluso dificultan el tránsito a pie en zonas peatonales.
Asimismo, Podemos solicita al equipo de Gobierno que en la redacción final de la ordenanza “se adecúen los umbrales de contaminación” a las últimas directrices de la Organización Mundial de la Salud y no a “la normativa de calidad del aire de la Junta de Castilla y León, que se ha quedado obsoleta”, y que el texto establezca “indicadores de evaluación” para determinar el grado de cumplimiento de los objetivos de la ZBE, para lo que se antoja preciso “revisar los indicadores de contaminación atmosférica”, labor en la que ayudará la red de medidores con la que cuenta la ciudad de Burgos.
Todo ello porque, como ha reseñado la portavoz de En Burgos Podemos, “si las ZBE se limitan a restricciones de acceso, sobre todo aquellas condicionadas por la calificación ambiental del vehículo, el efecto real de su aplicación será la renovación de vehículos por quien se lo pueda permitir”, obviando el “objetivo real” de cambiar el modelo de movilidad hacia uno más sostenible. “El Ayuntamiento de Burgos debe ir más allá y establecer limitaciones al tráfico con independencia de la calificación ambiental del vehículo como se hace en ciudades como Pontevedra o Vitoria-Gasteiz”.
Más de una zona
Por último, y como ya ha reseñado en más de una ocasión En Burgos Podemos, la formación ha insistido en la necesidad de establecer varias zonas de bajas emisiones y no solo una. “Las directrices del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) señalan que debe ser un área suficiente para cumplir con sus objetivos y determina diferentes tipos: núcleo, anillo, especial y puntual. Es decir, que no tiene por qué ser un único espacio y puede haber varias ZBE en la ciudad”, ha reiterado. Toda vez que un objetivo prioritario de las ZBE “es reducir la contaminación atmosférica, tiene sentido establecerlas en las zonas que más la sufren”.
En estas áreas no principales o secundarias, además, se pueden establecer “criterios más permisivos”, y ha reforzado el mensaje de que es preciso tener en cuenta “la presencia de población más vulnerable como entornos escolares, centros de mayores y sanitarios”. Áreas puntuales o especiales en las que se puede establecer el control mediante “la eliminación del aparcamiento y utilizando la vigilancia de la Policía Local”, ya que la instalación y utilización de cámaras “no es el único sistema de control existente”, ha concluido Marga Arroyo.