La convocatoria de las elecciones por parte de Mañueco deja descolocados a los naranjas a los que encima se les acusa de traición.

Todos hemos escuchado la posibilidad de un adelanto electoral en Castilla y León desde la fallida moción de censura de Luis Tudanca a Mañueco.
Además, todos pensábamos que era una posibilidad real al perder el Gobierno de la Junta la mayoría y viendo el resultado que obtuvo Ayuso en Madrid a Mañueco le gustaría repetirlo. Todos excepto Francisco Igea y resto de políticos de ciudadanos. Recordemos que Ayuso acusó a Aguado de traición para la convocatoria electoral, el resultado es de sobra conocido.
A pesar de las numerosas informaciones de diferentes medios, cada vez que los naranjas eran preguntados, aludían a la buena salud del bipartito de la Junta de Castilla y León.
Hoy los naranjas se encuentran totalmente descolocados por la maniobra de Mañueco, apenas sin margen de maniobra ya que además los han cesado de todos sus cargos en el poder.
Algunos advertían de este posible final para los naranjas, una posibilidad que los únicos que no barajaban eran ellos mismos, como si la OPA del PP a CS que comenzó con la moción de censura en Murcia hubiera terminado, en el mejor de los casos ha estado en una silenciosa tregua.
Increíble resulta que sigan en pie, pactos entre populares y naranjas, como el de la Diputación de Burgos o nuevos entre ambas formaciones en pequeñas localidades con las traiciones que se traen ambos partidos. Quizá la diferencia aquí es que no se puede jugar con la baza de las elecciones y "el poder es el poder".
Ahora podemos suponer lo que está por venir, los últimos de los naranjas que quieran vivir en la política se cambiarán de barco con fichajes estelares a derecha o extrema derecha y los que no vean posibilidad alguna para el partido, abandonarán la política.
Parece que es ahora cuando se da cuenta Ciudadanos que había pactado con el PP, que si sus cálculos cuadran son capaces de convocar elecciones con cualquier premisa, como hacen todos los partidos, que lo que había hecho en Madrid no se iba a repetir.
Ahora se dan cuenta que su única función ha sido la de asegurar estos años de gobierno del PP en Castilla y León, nada más y nada menos que 30 años y 6 meses, ¿Dónde queda su promesa de regeneración? La lealtad de la que tanto le gusta hablar a Igea se convierte en estupidez cuando quien tienes en frente juega contigo.
Por último, Francisco Igea ha dicho que "no se dé a Ciudadanos por muerto", aunque tarde o temprano también se dará cuenta que Ciudadanos está muerto.